jueves, 28 de junio de 2007

ECO

¿Y si amor fuera solamente una palabra?
Lo supo desde la eternidad. Había nacido para eso, para este punto final. Aún sobrecogida por la fricción, en el momento perfecto del drama mantuvo la cordura.
Ella, la marcada por la moira insensible a la divinidad.
Ella, la que logró burlar las estrategias de Pan.
Ella, la ninfa más triste.
Ella, la protagonista del camino de la serpiente, el otro extremo del retorno incesante al desamor.
La de las alas en descenso.
La de la búsqueda absoluta.
La de la epopeya despreciada por todas las mujeres
Quizás, la más fuerte. La única.
Con el poder de todas sus debilidades lo intentó.
Con él, el capaz de abortar los miles de intentos.
Lo reconoció.
A él, el que no puede reconocerse a sí mismo.
Quedó subyugada.
Por él, el inmune a cualquier encantamiento.
Juntos renunciaron al ego.
Ella lo supo. Él no.
Se entregaron a las olas del destino. Se ahogaron en el mar de lo irrevocable. Dibujaron con sus vidas perpetuamente adolescentes el signo de interrogación de todo encuentro.
Ella, piadosa y delicada, le señaló la ruta.
Cada uno tuvo su daimon y su ángel.
Él, en el reflejo.
Ella, en la daga de una palabra que repite a su pesar, en vano…

4 comentarios:

Alyxandria Faderland dijo...

Ah, los daimon.... Kippling decia que el suyo venia de la necesidad, una necesidad triste que lo obligaba a mentir en el rigido ambito de Inglaterra... y quien sabe cuanta de su literatura sera un invento! Eso de la mano del cadaver que el ave le deja caer me suena a cuento chino ahora que se lo primero. No me fio de ellos por las dudas.

LORD MARIANVS dijo...

Aún si el amor fuera una palabra, ésta tendría un sentido, una fuerza tal, que trascendería toda semántica posible

Un amor es un tercero que trasciende a la pareja que lo conforma.

cipriano dijo...

me colgué con el camino de la serpiente. un amigazo del alma, escritor pero escondido, supo decir: la serpiente, y su curiosa renguera

siempre parece que el camino nos resulta incómodo, tanto que es necesario renguear siempre

Alicia dijo...

Yo no se muy bien que decir... este escrito es tan bello... Hasta en su pronunciación, lo leí en voz alta, hasta en su sonido es hermoso... y tan triste.

Precioso.

(a mí lo de la serpiente me llevó directamente a Jim Morrison... la serpiente que atraviesa el mundo de punta a punta...)

Saludos.