El invierno, a la primavera:
“mentime que me gusta”.
Ella le susurró, con candidez virginal, el nombre de la rosa.
“mentime que me gusta”.
Ella le susurró, con candidez virginal, el nombre de la rosa.
Tras la cópula, cosechas y deshielo.
En los aljibes de las profundidades tártaras Alguien se mofa.
Flatos de sarcasmo hacen girar la rueda.
Todo y parte, la reunión.
Desvelamiento: aleteos de estación.
6 comentarios:
Dijo Asterión:
"Los planetas hacen las cosas en silencio".
Me huelo que no es tan cierto.
la multiplicidad de las interpretaciones es proporcional a la agudeza de los sentidos.
Lo que sucede arriba, también ocurre abajo, decía el Trimigesto. Quisiera ver como hace la primavera, con su encanto virginal, en responder a los desbordes del Tártaro
seguirá con la simulación de la inocencia: es una estrategia femenina que siempre ha dado óptimos resultados (a las féminas bien entrenadas, por supuesto)
El Tártaro comió guiso de porotos...
lentejas al cabernet sauvignon, más exactamente: es que prefiere las tonalidades oscuras.
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