con sus mochilas de aniversarios de toda índole
con su liturgia de zapatillas y termos de acero
con sus ansiedades simples
(conocer el listado de precios rebajados antes del anuncio oficial)
con su depósito asegurado de timideces
con la doctrina futbolera arraigada en la yugular
Ellos
apabullados por ciudadanas pasiones
henchidos de rock, cumbia y fernet
propagadores de orgullo barrial
arlequines consagrados
sosegados festivos militantes
veteranos diestros en el arte libatorio.
Ellos
por las sinuosidades de piedra
mientras contraían camaraderías
ceremoniosamente
bajo el amparo de tradiciones célticas
desde el júbilo
confirmando la herencia en la renovación del deseo.
Ellos
cumplieron a rajatabla con los pasos del rito
alzaron las jarras (diafanidad de la existencia)
expectoraron la rabia y el hastío
revalidaron su comunión en medio del gentío
clamaron por los efluvios monacales
tuvieron su Pentecostés al pie de las sierras.
Eran doce
y un ángel.
7 comentarios:
¿No eran 15? Cada vez entiendo menos de Rugby...
A mí me hace acordar épocas en que uno era más dócil en la acción de creer y el hígado más resistente.
"Historia, fe y sistema hepático: interrelaciones e hipervínculos" ¡qué tema para una tesis!
¡Qué de recuerdos guardados! Mi adolescencia está marcada a fuego por la presencia de Luca. Supongo que no sería la que soy sin ese 1986.
Volveré a tu blog.
Esta poesía es tuya, Giso? Si es así, Cipriano le hubiese repetido aquellas palabras que dijo una vez: lo que usted ha hecho es poesía (y todos sabemos que la palabra de Cip es palabra santa).
Ja.
Precioso, en serio.
sí, Alicia retornable (je!) es mío. me alegro que le haya gustado.
(a juzgar por su último post, la de Cipriano mutó de "vox dei" a "vox populi".
saludos!
Jjjajajaja síiiiii, se nos puso musiquero y bien argentino.
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