martes, 15 de abril de 2008

SAÚDE!

treintaysietechin-chin.

Por la ternura que irrumpió en mi cotidianeidad a media mañana.
Por haber robado las palabras con adorable maestría.
Por la mirada superpoderosa resignificando una existencia {sin saberlo}
Por no permitirme lograr decir lo que hubiera querido decir.
Por las risas más inspiradoras con las que me he tenido que topar en esta vida.
Por despedirte dos veces, levantarte y volver a sentarte frente a mí.
Por un momento que fue eterno, promesa para mi finitud atribulada.
Por los remitos mal confeccionados, por las notas que tuve que rehacer, por los sellos puestos al revés en los expedientes (eso fue después y yo encantada de la torpeza contagiosa; alabada seas, distracción).
Por la memoria de tu figura, perfume de melancolía en mi corazón.
Por el miedo a la esperanza y a la energía del deseo.
Por ser el destinatario de cuanto he escrito, imaginado, suspirado, lo que callo y lo que queda por ocultar: baby, you are the one.
Por todo este tembladeral sostenido por una canción inolvidable.




Será que todo lo que hay en mí
sólo quiere decir saudade...
Vinicius de Moraes

8 comentarios:

Livio dijo...

Amén

Anónimo dijo...

Gracias, totales!!!

" Algo te identifica con el que se aleja de ti, y es la facultad común de volver: de ahí tu más grande pesadumbre.

Algo te separa del que se queda contigo, y es la esclavitud común de partir: de ahí tus más nimios regocijos.

Me dirijo, en esta forma, a las individualidades colectivas, tanto como a las colectividades individuales y a los que, entre unas y otras, yacen marchando al son de las fronteras o, simplemente, marcan el paso inmóvil en el borde del mundo.

Algo típicamente neutro, de inexorablemente neutro, interpónese entre el ladrón y su víctima. Esto, así mismo, puede discernirse tratándose del cirujano y del paciente. Horrible medialuna, convexa y solar, cobija a unos y otros. Porque el objeto hurtado tiene también su peso indiferente, y el órgano intervenido, también su grasa triste.

¿Qué hay de más desesperante en la tierra, que la imposibilidad en que se halla el hombre feliz de ser infortunado y el hombre bueno, de ser malvado ?

¡Alejarse! ¡Quedarse! ¡Volver! ¡Partir! Toda la mecánica social cabe en estas palabras. "

Ahora sí, el Reverendo...
(Y no Cesar Vallejo, como puede pensar todo el mundo....Despues de todo, las palabras no son de nadie, sino del que las necesita)

Alguna dijo...

Hola Giso! Soy Alicia, sólo que con nuevo hogar.

Vuelvo a estar en contacto (año nuevo, vida nueva).

Saludos, nos leemos.

GISOFANIA dijo...

Reverendo anónimo: con todo respeto, entendí más el Amén de Livio que el texto citado.
Lo cual puede deberse a:
a) mi cerebro enrevesado reacciona mejor a los estímulos de vocablos polisémicos;
b) un profesional de las leyes tiene mayor capacidad de convencimiento (o pedagógica) que un estudiante;
c) lo místico-religioso tiene una seducción apabullante y peligrosa sobre mi alma.

Mi intención con el post era conmoverlo hasta la total confusión de sus sentidos. Si no lo he logrado, este blog se declarará automáticamente en bancarrota.

Alicia: ahí he linkeado su new home. Después le paso la liquidación de retenciones.

Anónimo dijo...

Voy directo a la emoción y no al entendimiento...

A saber:

" Contempla en la vela que lleva este candelero, a quien doy a luz, aquello que clarificará ciertas sombras de ideas... No hace falta que te instruya en mi creencia. El tiempo todo lo da y todo lo quita; todo cambia pero nada perece. Uno solo es inmutable, eterno y dura para siempre, uno y el mismo consigo mismo. Con esta filosofía mi espíritu crece, mi mente se expande. Por ello, no importa cuán oscura sea la noche, espero el alba, y aquéllos que viven en el día esperan la noche. Por tanto, regocíjate, y mantente íntegro, si puedes, y devuelve amor por amor. "

El Candelero (GIORDANO BRUNO)... el reverendíssimo,

Besinhos pra voçé

Anónimo dijo...

lectura medieval, (no aprietes los ojos)

Anónimo dijo...

lectura medieval, (no aprietes los ojos)

GISOFANIA dijo...

ahhhhhh, me diste la estocada fatal con las palabras del tocayo de tu vástago.

y así me estoy volviendo ciega, sorda, muda (sin la plasticidad de Shakira, es conveniente aclararlo)