Ya estuve en el instante.
Esta tarde ciclotímica no fue única.
Te vi lejos desde mí, sombrío.
Goteé idéntico temblor
tartaleé al sublimar alternancias.
Como ahora.
Cinismo pastoril,
estupidez de género:
en el auge del desconcierto
elegí -como otras veces-
fragüé mi alma en el frío de tu rudeza
apuré adioses
(insistencias indoloras)
reinvindiqué porfiadez espuma desvaríos.
Confusión de signos
escondrijo pacato
orgullo más prejuicios
cordura sentimental.
Puliendo esta danza mareada
apunto y no disparo
acelero el stop
sostengo mi desvanecimiento.
Corcovos.
Soliloquio.
Vos te venís haciendo el tonto.
A mí me sale así.
Pues aunque el resplandor que en otro tiempo fue tan brillante
hoy esté por siempre oculto a mis miradas,
aunque nada pueda hacer volver la hora
del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos, pues encontraremos
fuerza en el recuerdo,
en aquella primera simpatía
que habiendo sido una vez, habrá de ser por siempre,
en los consoladores pensamientos que brotaron
del humano sufrimiento
y en la fe que mira a través de la muerte,
y en los años, que traen consigo las ideas filosóficas (......)
Gracias al corazón humano, por el cual vivimos,
gracias a sus ternuras, a sus alegrías, y a sus temores
la flor más humilde, al florecer, puede inspirarme
ideas que, a menudo, se muestran demasiado profundas para las lágrimas.
WILLIAM WORDSWORTH - Ode: intimations of inmortality, 1807
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2 comentarios:
No se me encabrite, que debo soportar recriminaciones varias, de tipo conyugal, filial, y de amistades/fliares varias, en dias de desasosiego por noticias funerarias, jaranezcas motivadas por festejos de futuros nascitorus y demás. Las cosas al menos merecen su lugar, tiempo y meditación...No puedo andar escribiendo por escribir...Al ver, verás, decía Luis Alberto.
El reverendo ajetreado
lamento informar que la pifiaste. esto no es por tí ni para tí...
(motivos y destinatario en reserva)
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