martes, 17 de julio de 2007
MIMESIS
A punto de atravesar el arco, en el sinfín de la marcha regresiva, traté de recrear la última mirada.
Se esfumó la convergencia, entonces la imagen me quedó incompleta.
Impotencia, adversidad de los sentidos, errores repetidos haciendo interferencia.
Me esfuerzo, pero no logro dar con el vocablo que traduzca la tristeza que se instaló en el iris de tus ojos. Pudor del lenguaje (¿un milagro nocturno?) que toma a la chacota mi endeble habilidad de reconstrucción.
Incluso busqué la representación a la mañana siguiente, en las fojas manoseadas de los legajos, al ras de los minutos lentos, dispuestos correctamente ellos en las mesetas costumbristas (desde ayer con nuevo horario).
Hasta tal momento apocalíptico, estuve derrochando intensidad en algunos muros, ahora enmohecidos y silentes. Sin embargo, aún tengo la fantasía de una flor iluminando la caverna, alfombra de pétalos fluorescentes sobre la oscuridad. Y necesito colorear mis mejillas, precisamente cuando el corazón se me deshoja por el desaliento.
No es culpa, es desazón.
Quebranto de clepsidra.
Abominable estoica voluntad desafiante de desencuentros.
Qué duro haber perdido el hombro donde recostar la pobre cabeza abatida de tanto pensar oráculos nefastos.
Heme aquí, yo, la de siempre, la que quiso escribir un panegírico a tu fidelidad y dulzura, la del aria amordazada, la que al final redactó este memorandum desesperado.
A lo mejor me entendés.
No permitas que me vuelva un engendro, un búho maldito de trayectoria rasante, un vampiro jadeante de emociones, una obsesa de entusiasmo vital.
El Cristal Omnipotente custodia cada movimiento, reflejando mis sospechas pueriles a escala infinitesimal. Temblores sacudiendo la ilusión.
Es que temo que a todo, que es tan poco, se lo trague la fuerza centrípeta del fracaso...
Se esfumó la convergencia, entonces la imagen me quedó incompleta.
Impotencia, adversidad de los sentidos, errores repetidos haciendo interferencia.
Me esfuerzo, pero no logro dar con el vocablo que traduzca la tristeza que se instaló en el iris de tus ojos. Pudor del lenguaje (¿un milagro nocturno?) que toma a la chacota mi endeble habilidad de reconstrucción.
Incluso busqué la representación a la mañana siguiente, en las fojas manoseadas de los legajos, al ras de los minutos lentos, dispuestos correctamente ellos en las mesetas costumbristas (desde ayer con nuevo horario).
Hasta tal momento apocalíptico, estuve derrochando intensidad en algunos muros, ahora enmohecidos y silentes. Sin embargo, aún tengo la fantasía de una flor iluminando la caverna, alfombra de pétalos fluorescentes sobre la oscuridad. Y necesito colorear mis mejillas, precisamente cuando el corazón se me deshoja por el desaliento.
No es culpa, es desazón.
Quebranto de clepsidra.
Abominable estoica voluntad desafiante de desencuentros.
Qué duro haber perdido el hombro donde recostar la pobre cabeza abatida de tanto pensar oráculos nefastos.
Heme aquí, yo, la de siempre, la que quiso escribir un panegírico a tu fidelidad y dulzura, la del aria amordazada, la que al final redactó este memorandum desesperado.
A lo mejor me entendés.
No permitas que me vuelva un engendro, un búho maldito de trayectoria rasante, un vampiro jadeante de emociones, una obsesa de entusiasmo vital.
El Cristal Omnipotente custodia cada movimiento, reflejando mis sospechas pueriles a escala infinitesimal. Temblores sacudiendo la ilusión.
Es que temo que a todo, que es tan poco, se lo trague la fuerza centrípeta del fracaso...
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
perdón, pero voy a referirme no a tu post, sino al título de tu blog, que ha causado impacto en mí y solo puedo hacerlo de una manera: ¡cuanta textura mujer!
qué curioso: la calle donde vivo se llama exactamente como vos. pero ese Juan Pablo López fue gobernador de Santa Fe en 1838, durante su gobierno se sancionó y promulgó la primera constitución de mi provincia.
muchas gracias por tu apreciación; el título de tu bitácora también es altamente sugestivo, por ahí anduve.
nos leemos...
Ah, que decirte.... no se me ocurre nada, solo que cada vez que nos damos contra la realidad, duele como la p... madre. Por aca no te creas que la cosa es un carnaval de risas, mas bien todo lo contrario, algun dia quisiera metamorfosearme en un demonio vengador y ese dia le daria a cuantos!
bueno, querida lady. podemos compartir impresiones al respecto dentro de muy poco, cuando vayamos a Buenos Aires con milord y Walde el fin de semana largo de agosto.
vaya afilando las ganas de pasarla bien y avise a las michinas. abrazos!
joder que acá se nota que padece de laberintosis, me quedo con ¨yo, la de siempre, la del aria amordazada, la que al final redactó este memorandum desesperado¨. pasa pasará pasarela
Publicar un comentario