viernes, 31 de agosto de 2007

GOTAS

Bicicletas. Decenas de bicicletas que se convierten en dragones desafiantes al caos matinal. Hasta que aparece San Jorge, ebrio de alucinógenos, y los decapita con su espada resplandeciente. Llegas tarde, siempre tarde, a ese lugar que no elegiste jamás. Traga saliva y mantente alerta, entonces. Almafuerte presenta su último disco, y tus fobias históricas hacen desaparecer las últimas esperanzas. Cruzas la plaza contaminada de hastío pisando el césped. Sin culpas: las prohibiciones han sido hechas para transigir. El otro te tentó con sonetos de sir William, deshilachando la trama de tus más recónditos secretos, tú te entregaste fulminada de soledad y ahora nuevamente has perdido, lo has perdido. El otro ha sido lo mesuradamente farsante como para pulverizar tus deseos hasta hacerlos impalpables. Te abandonó por Ella, la que no puedes ser: altiva, pálida, transparente, la seductora misteriosa de una cita ideal, señora de todos y de nadie, antinomia absoluta. Cierras las ventanas, clausuras la sesión. De otro llegó a ser Él, el anhelado inasible. El que llegó sin aviso, como un proxeneta de la desesperación. Receta del día de la fecha: antiguos fantasmas al acecho. Te bloqueas, el asma reincidente de tu corazón te impide respirar, pero es inútil . Temor y temblor. Sinestesia o hermenéutica: esa es la cuestión. Exaltada por la novedad, decides aguardarlo, y preguntas al ángel (a ese, el gran ausente, pero ya te acostumbraste) si aún es posible. ¿Con quién hablaba el otro día, mientras tú te atrincherabas en la torre de marfil? Mejor no saber. Ya está, ya fue, ya acontecerá. Algo hizo trac, al principio. Un chasquido de dedos, un arpegio omnipotente, y eres arrojada nuevamente al vacío, orgullosa resaca del universo…

5 comentarios:

Asterion dijo...

Los tropos y las disciplinas, solo intentan poner palabras en las simpalabras de los escondites, para que alguien nos encuentre. Son delaciones, sicofantas internos.

GISOFANIA dijo...

El que me hable "en difícil" no mitigará esta angustia de saberme un rotundo fracaso.
Sin embargo, su piedad para conmigo -al leerme y dejar su trazo en este encierro muy poco amable en comparación al suyo- hace que me sienta menos carente. O que la soledad no sea tan estruendosa.

GRACIAS. MUCHAS GRACIAS (iba a decírselo por mail, pero mejor dejar constancia y mostrarlo)

Asterion dijo...

Gisofania, hablar "en fácil" tampoco mitiga angustias y queda desechado de inmediato.
Gracias por las mayúsculas

Alyxandria Faderland dijo...

Parece que estamos iguales: tasadas, pesadas y apreciadas como un bulto y a la postre despreciada. La verdad es que es como un baño de odio, de un acido que corroe: sabes que no te quieren, o que lo ultimo que querrian es a nuestra (grata) presencia, en cualquier sitio y lugar. Mientras hacias cosas que otros hubieran huido espantados, todo estaba bien; mientras te partes en 25 pedazos para cumplir esta bien, un poco de reconocimiento y zas! Pueden y de hecho lo haran, sentir como te desprecian y que pueden ignorarte y dejarte de lado, y en medio de ellos debes circular con la cabeza en alto, como si no pasara nada, como si el odio ajeno te empapara hasta la medula. Cara de nada, la misma cara que desprecian por su poco atractivo. cara de nada y flema inglesa mientras por dentro hierven a fuego lento los deseos de venganza.

GISOFANIA dijo...

Parece, querida Alex, que nada que ver. O sea, estamos bien distintas (aleluya). No me interesa el odio ajeno, ni la consideración. Y (queda bien claro en mi respuesta a Asterión) que soy asquerosamente frágil al "reconocimiento" de alguien.
Obviamente, mi experiencia no te sirve. Sin embargo, este blog seguirá abierto a tus descargas. Abrazo.