En torno a la muerte, todo es parálisis, estéril, desierto.
En torno a la muerte, todo es abominación, condena, maledicencia.
En torno a la muerte, todo es degradación, conclusivo, hermético.
En torno a la muerte, todo es inapelable, desamparo, sed.
En torno a la muerte, todo es pérdida, tedio irremediable, desapego.
En torno a la muerte, todo es sequía, herrumbre, consternación.
No hay proeza más encomiable que el intento de decir la vida. Discurso difícil entre los difíciles. La vida es absoluta respecto a lo que exige: ser vivida. Y el lenguaje, con sus artilugios aparentemente pueriles, resulta la táctica y la estrategia con que hacemos frente a tanto espanto que nos acosa.
2 comentarios:
Nada define mas y mejor la vida mas que su ausencia. Para algunos el lenguaje sera la forma de expresarnos, hacernos oir o exorcizar demonios, hacernos una armadura para no andar en carne viva por su camino y llenarnos de espinas; consuelo y desafio.
te das cuenta? por eso detesto tanto las definiciones, aún reconociendo su patético atractivo
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