martes, 28 de agosto de 2007

TODOS LOS FUEGOS, EL FUEGO

"Pido a los dioses que me libren de este penoso trabajo, de esta guardia sin fin que estoy haciendo en lo alto del palacio de los Atridas, todo el año alerta como un perro, contemplando las varias constelaciones de los astros de la noche... Siempre esperando... Llega la noche, mas no viene con ella el reposo a mi lecho húmedo de rocío. Jamás le visitan los sueños; en vez del sueño, es el temor quien se sienta a mi cabecera y no me deja cerrar los ojos al descanso. ...¡Venga por fin el dichoso instante que me vea libre de esta fatiga! ¡Aparezca en medio de la noche el fuego de la buena nueva! (...) Ah condición de las cosas humanas! Prósperas, una sombra puede darles la vuelta; si viene el infortunio, una esponja mojada, arrojada contra ellas, borra el dibujo. Es esto mucho más que aquello, lo que me mueve a la piedad. "
Esquilo (525 aC- 426 aC), fragmento de Agamenón


Estos árboles no transigen con tener menos cielo, estas piedras no transigen con los pasos enemigos, estos rostros no transigen más que con el sol, estos corazones no transigen más que con la justicia. Este paisaje es duro como el silencio, aprieta contra su seno sus piedras incandescentes, aprieta contra la luz sus olivos huérfanos y sus vides, aprieta los dientes, no hay agua, solamente luz. El camino se pierde entre la luz y la sombra del seto es hierro.

Los árboles, los ríos y las voces se convirtieron en mármol bajo la cal del sol, con el mármol tropiezan las raíces, los arbustos polvorientos, la mula y la rosa, jadean, no hay agua, todos tienen sed, años enteros, todos mastican un bocado de cielo además de su amargura. Sus ojos están rojos de insomnio, una profunda arruga clavada entre sus cejas como un ciprés entre dos montes al anochecer. Sus manos están pegadas al fusil, el fusil es una prolongación de sus manos, sus manos son una prolongación de sus almas, tienen sobre sus labios el furor y tienen una pena profunda, muy profunda en sus miradas, como una estrella en un charco de sal.

Cuando estrechan la mano el sol está seguro para el mundo, cuando sonríen vuela una pequeña golondrina de su barba feroz, cuando duermen doce estrellas nacen de sus bolsillos vacíos, cuando mueren sube la vida cuesta arriba con tambores y banderas. Hace ya tantos años que todos tienen hambre, que todos tienen sed, que todos mueren sitiados por tierra y mar, el calor devoró sus campos y la sal inundó sus casas, el viento derribó sus puertas y deshojó las pocas lilas de la plaza, por los agujeros de sus capotes entra y sale la muerte, sus lenguas están ácidas como el amargo fruto del ciprés, sus perros se murieron envueltos en sus sombras y la lluvia golpea en sus huesos.
Fuman boñigas arriba en las guaridas, convertidos en piedra y por la noche vigilan el rabioso mar donde se ha hundido el mástil roto de la luna. Se ha terminado el pan. Las balas se acabaron, ahora cargan sus viejas armas, solo con sus corazones. Tantos años sitiados por tierra y mar, todos tienen hambre, todos perecen y nadie se muere, arriba, en las guaridas, sus ojos centellean, una gran bandera, un gran fuego rojo, y, cada amanecer, millares de palomas vuelan desde sus manos hacia las cuatro puertas del horizonte.
Grecidad, capítulo I, Yannis Ritsos
CANTO DEL DESTINO DE HIPERIÓN
Vagáis arriba en la luz,
en blando suelo, ¡genios felices!
brisas de Dios, radiantes,
suaves os rozan
como los dedos de la artista
las cuerdas santas.
Sin sino, como infantes
que duermen,
respiran los dioses;
resplandecen
en casto capullo guardados
sus espíritus
eternamente.
Y en sus ojos beatos
brilla tranquilo
fulgor perpetuo.
Mas no nos es dado
en sitio alguno posar.
Vacilan y caen
los hombres sufrientes,
ciegos, de una
hora en la otra,
como aguas de roca
en roca lanzados,
eternamente, hacia lo incierto.
(inevitable fue recordar este poema de Hölderlin, el poeta enamorado de Grecia)

4 comentarios:

Asterion dijo...

La condena de las morias, o el salvajismo de la alienación...

GISOFANIA dijo...

la romántica que hay en mí se aferra a la primera opción, pero me temo que al final triunfa la realista analítica. astuto filosofema hegeliano: sin alienación no hay historia

Anónimo dijo...

Alienación...? eso me hace acordar a Marx...Muy especialmente a quien quisiera emular y nunca puedo. A tales fines te re-posteo algunas de sus frases (a ver si logramos levantar ese ánimo):

"A quien va usted a creer?, ¿a mi, o a sus propios ojos?

Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.

Él puede parecer un idiota y actuar como un idiota. Pero no se deje engañar. Es realmente un idiota.

Nunca olvido una cara. Pero en su caso, estaré encantado de hacer una excepción.

Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!

Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún ida espero leerlo.

¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Que ha hecho la posteridad por mi?

La justicia militar es a la justicia lo que la música militar es a la música.

La inteligencia militar es una contradicción en los términos.

Una mañana me desperté y maté a un elefante en pijama. Me pregunto como pudo ponerse mi pijama.

La televisión ha hecho maravillas por mi cultura. En cuanto alguien enciende la televisión, voy a la biblioteca y me leo un buen libro.

He pasado una noche estupenda. Pero no ha sido esta.

Debo confesar que nací a una edad muy temprana.

O usted se ha muerto o mi reloj se ha parado.

Recordad que estamos luchando por el honor de esa mujer, lo que probablemente es más de lo que ella hizo jamás"

GROUCHO, (of course..)

GISOFANIA dijo...

no es tan difícil: tendrás que conseguirte unos bigotes suculentos, un par de anteojos nerd e improvisar algunas frasecitas ácidas como éstas.

En cuanto a Carl, el otro, el asunto se complica; se ha intentado -infructuosamente- la emulación. por eso su pensamiento sigue siendo una tarea pendiente