jueves, 6 de septiembre de 2007

DE PROFUNDIS

A mí la nostalgia no me tira para atrás.
Será que mi pasado más pasado se deleita danzando en las superficies.
A mí la nostalgia me sumerge en las honduras (subterráneas o siderales), me arroja a la extensión, me abrocha a las dilataciones.

No sé si a otros les funciona así.

7 comentarios:

Asterion dijo...

No lo sé, a mí la nostalgia (propia) me incomoda y si bien me resulta superficial, la siento como una pátina que quisiera ser piel

GISOFANIA dijo...

ni se le ocurra clamar por una desolladura del espíritu: hay muchos comandos predispuestos a la perversa interpretación de las metáforas.

Amperio dijo...

A mi me pasa algo parecido, compañera. Y, también, ciertas canciones, poquísimas por cierto, me hacen sentir, inexplicablemente, nostalgias de cosas que nunca viví.

UAP, compañera.

GISOFANIA dijo...

he aquí un boceto de explicación a eso, Amperio (el mejor que he hallado):
"no puedo distinguir las lágrimas de la música" (Nietzsche). "Quien no comprende esto instantáneamente nunca ha habitado en la intimidad de la música. Toda música verdadera procede de las lágrimas, porque es la nostalgia del paraíso perdido" (Emile Cioran)

Anónimo dijo...

ehh, viva! que en tu nostalgia habitamos seres muy queribles...

Anónimo dijo...

En serio, eso? Lo que sucede es que la música tiene buena prensa. Jorge Bosh dice que la música afecta a las sensaciones y la literatura a los sentimientos, daba la vaguedad del sistema musical. Dos personas escuchando lo mismo tienen emociones distintas

GISOFANIA dijo...

está bueno que sea de ese modo, creo. sin embargo, la música construye encuentros desde o en esa multiplicidad de emociones. quizás su mística se deba a ello.