empujó las piedras
hacia el otro lado del arroyo.
Los ví
junto a mí,
respirando profundo,
apenas tocándonos los dedos,
removiendo espectros,
sollozando
silencios ya vencidos,
fugas rezagadas,
odios tribales,
amnesias.
El demonio
toma el martillo
y hace lo previsto:
suena hueco,
atronador,
vacío...
pero no ha de cambiar
una sola coma de la Ley.
Legiones,
laberintos,
ese barco plateado.
Un nuevo comienzo
[sin consultar al más allá]
¿Y si T O D O
FUERA POSIBLE
y yo
me perdiera
entre los musgos,
azulada?
2 comentarios:
Ehhhh ¿me está preguntando? Ehhh, no yo no creo que todo sea posible porque el hoy está sustentado en el ayer y el ayer es irrevocable, pero teniendo en cuenta que estamos construyendo el pasado de mañana, ahí me viene la duda
no me arruine la interrogativa indirecta con esa ansiedad responsorial que a menudo lo acoge
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