lunes, 10 de septiembre de 2007

VERBAL


Carlos Varela Una palabra (banda de sonido del film Man on fire)

Ella, la peor de todas.
La primera y la última. La amada y la odiada. La prostituta y la santa.
El remedio y el veneno. La señora fugitiva.
La niña de los pasos ligeros y la aridez en el ojal.
La artesana de estigmas y de abismos.

Mis sueños están hechos de palabras invasivas, que tiran de las sinapsis hasta despertarme. Verdaderas ocupas de mi cerebro intoxicado de grafías y sonidos guturales. La mí­a es una ansiedad de papel, de tinta, de registro. En una vieja y sincrética bitácora dije alguna vez que mi vida es una excusa para que ella sea. Mi existencia, un patchword. Mi historia, un palimpsesto. Y si no fuera por esta obsesión por la semántica, yo hubiera sido una excelente copista. Una traductora obsecuente de fragmentos inentendibles, la miniaturista estrella de alguna abadí­a utópica, una escriba alucinada al servicio de letras dibujadas con polvo de oro y tintas coloridas, rubricante poseída por las líneas de guía en un vellum, adoradora de signos cuneiformes, vestal protectora de las huellas incandescentes sobre el papiro.

En medio de tanto exceso de comunicación, desearía convertirme:
en un signo de admiración: alto, extendido, infinito con remate
un silencio de semicorchea,
un acento circunflejo al principio de la sílaba,
una clave de fa,
una delta atiborrada de microscópicas mariposas azules al comienzo de un himno, en un salterio.

Escribir la escritura.
Escribir sin sentido, desenredar la trama de los códices con delicadeza.
Pasar la piel gastada de mis dedos por la piedra grabada, por el relieve en la cartulina.
Absorber de una sola inhalación el vaho pérfido de los manuscritos más antiguos.
Engañar a la locura del devenir, entrando a la eternidad como una palabra.
La más usada, y a la vez la más temida.

5 comentarios:

Asterion dijo...

si, somos el discurso que contiene esa palabra que somos, rodeados de palabras que parecemos y confusos en palabras indiferentes

GISOFANIA dijo...

y el silencio? sería lo que no somos? o lo que no es?
o el silencio es lo que hace posible el discurso, el decir. lo que está más allá del bien y del mal? más allá del ser?

mejor me voy a comer unos sandwichitos de roquefort y vuelvo satisfecha de simpleza.

Asterion dijo...

No. Gisofania, en la comunicación tenés: lenguaje y gestos. El silencio afecta a la gestual, la permite. Es la comunicación gestual la que tapa a la palabra no el silencio. Entonces, podemos ser una palabra o un gesto.

Laviga dijo...

"Una traductora obsecuente de fragmentos inentendibles, la miniaturista estrella de alguna abadí­a utópica, una escriba alucinada al servicio de letras dibujadas con polvo de oro y tintas coloridas, rubricante poseída por las líneas de guía en un vellum, adoradora de signos cuneiformes, vestal protectora de las huellas incandescentes sobre el papiro."

Un plomo. Al final, las obsesiones siempre nos salvan del embole.

GISOFANIA dijo...

Asterión: lo que me queda claro es que no podemos no ser. Una cagada, o sea...

El tedio es un obstáculo insalvable, Laviga. Al menos, para mis posibilidades.