jueves, 25 de octubre de 2007

PROPOSITORIO


Ya no iré tras el desdén. La maleza me protege.
Oh, mi estupidez arrebolada, intentando un Grand Pas de Deux en medio del bioma umbrófilo.
¿Será posible contrabandear un alma de diamante para mí? voy abriendo el intercostal para alojarla. Celebrar el tacto y el olfato, inhumar las ingratitudes rocallosas.
Rugidos.


Que no me sean indiferentes ni la enfermedad, ni la impavidez, ni la miseria.
Que mis principios sean raíces promotoras de maratones olímpicas.
Y no caiga en la tiranía obsesa soberbia de cualquier susceptibilidad.
Que me vista de mesura, sensibilizada.
Sin embargo, permanezca mi oreja atenta a las turbulencias.
Que la razón se doble en carcajadas.
Amén.



Aparece Miguel con un pan con chicharrón tibio, lo parte y me regala un pedazo. Así no hay phrónesis que aguante. Soy tan débil de paladar...


Escribir es como mentir. Al sintactizar la historia, ella se esfumará sin dejar rastros. No es paranoia, ya me ha pasado otras veces. Gravitatorio.

5 comentarios:

antiprímula dijo...

Me sumo al rezo. Cada cual a su ídolo de cera.
Lindo.
Eso, lindo.

Asterion dijo...

A los propuestos más elegantes (pas de deux, diamante) o las más espirituales y sutiles, como al logos teórico y al logos pragmático, le sucede un pan con chicharrón que deja continuidad al verbo.

GISOFANIA dijo...

usted sí que sabe entenderme!

JOKERMAN dijo...

El pan con chicharrón es lo único verdadero.
Todos a él!
Todos con él!
Todos por él!
Las glorias sean al pan con chicharrón!

JOKERMAN dijo...

Por cierto el tema de La Portuaria me puede y con un pan con chicharrón calentito tipo 9 am ni les cuento.