Oh, mi estupidez arrebolada, intentando un Grand Pas de Deux en medio del bioma umbrófilo.
¿Será posible contrabandear un alma de diamante para mí? voy abriendo el intercostal para alojarla. Celebrar el tacto y el olfato, inhumar las ingratitudes rocallosas.
Rugidos.
Que mis principios sean raíces promotoras de maratones olímpicas.
Y no caiga en la tiranía obsesa soberbia de cualquier susceptibilidad.
Que me vista de mesura, sensibilizada.
Sin embargo, permanezca mi oreja atenta a las turbulencias.
Que la razón se doble en carcajadas.
5 comentarios:
Me sumo al rezo. Cada cual a su ídolo de cera.
Lindo.
Eso, lindo.
A los propuestos más elegantes (pas de deux, diamante) o las más espirituales y sutiles, como al logos teórico y al logos pragmático, le sucede un pan con chicharrón que deja continuidad al verbo.
usted sí que sabe entenderme!
El pan con chicharrón es lo único verdadero.
Todos a él!
Todos con él!
Todos por él!
Las glorias sean al pan con chicharrón!
Por cierto el tema de La Portuaria me puede y con un pan con chicharrón calentito tipo 9 am ni les cuento.
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