El despertador. Las llagas. Los complejos. La siembra. El abismo. La sequía. Los pasos. Las agitaciones. Los humores. La conciencia. El destino. Lo rutinario. La esfinge. Las máscaras. Lo atávico. El oráculo. Los símbolos. Las brumas. El actor. Los simulacros. La inquietud. Los hechos. La carta. Lo abrupto. El desgarramiento. La invitación. Las palabras (las cosas). La ofrenda. Las interferencias. El juego. Lo indeleble. Los días. La nostalgia. Lo recuperado. El llamado. Un nombre. La vacilación. El aturdimiento. Lo inefable. El éxtasis. Su voz.
jueves, 1 de noviembre de 2007
SECUENCIA
El despertador. Las llagas. Los complejos. La siembra. El abismo. La sequía. Los pasos. Las agitaciones. Los humores. La conciencia. El destino. Lo rutinario. La esfinge. Las máscaras. Lo atávico. El oráculo. Los símbolos. Las brumas. El actor. Los simulacros. La inquietud. Los hechos. La carta. Lo abrupto. El desgarramiento. La invitación. Las palabras (las cosas). La ofrenda. Las interferencias. El juego. Lo indeleble. Los días. La nostalgia. Lo recuperado. El llamado. Un nombre. La vacilación. El aturdimiento. Lo inefable. El éxtasis. Su voz.
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3 comentarios:
Si, totalmente. Es voz en un caño.
ésta más bien suena en una caña de bambú, como un lamento dulcísimo...
me abre múltiples frentes tu escrito, está bueno. vi tu post y estoy escuchando "amor amarillo", (estaba llena de polvo la caja del cd), gracias por recordármelo. Ahora suena av. alcorta... sigo cantando.
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