La encontraron veinticinco años después, cenizas sobre el tapizado verde inglés, las lucecitas navideñas titilando agónicamente.
domingo, 23 de diciembre de 2007
LUCECITAS NAVIDEÑAS
Ella se sumergió resignada en el entramado de las callejuelas barriales. Sobre su cabeza, los pasacalles insistían en atraer su atención: el enigma podía reconstruirse leyendo esos mensajes de derecha a izquierda. Ni siquiera importaba ya. El placer del juego llegaba a su instancia final.
El arte de aumentar la tristeza (hipótesis indispensable para alcanzar el olvido) estaba oculto en los hiatos de su corazón autoflagelado, protegido por las sutilezas de algún idioma más complejo que el sánscrito.
Muchos años, incontables horas recorriendo bibliotecas ramificadas, con su carga de manuscritos perversos, falacias milenarias, metáforas reincidentes, ficciones irrefutables, cándidas decepciones a la esperanza del entendimiento. Para nada, no habían podido ayudarla mucho.
Ahora, el lamento de una guitarra se había vuelto peligroso para su fortaleza de ánimo. Aislarse tampoco arrojaba resultados. Quizás lo que vendrá nunca fue escrito.
Volvió a su refugio. Se arrojó sobre el sillón.
La encontraron veinticinco años después, cenizas sobre el tapizado verde inglés, las lucecitas navideñas titilando agónicamente.
La encontraron veinticinco años después, cenizas sobre el tapizado verde inglés, las lucecitas navideñas titilando agónicamente.
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8 comentarios:
Ayer en canal Infinito daban casos de autocombustión espontánea.
Se me ocurre.
1- Se tiró un gasesito y justo había debajo un espiral prendido contra los mosquitos.
2 - Tomó grappa con nafta, eructó y una cañita voladora fue directo a su boca.
En todo caso lo misterioso sería que nadie sintió olor a quemado, que sólo se quemó ella y no el sillón, y que durante veinticinco años siempre sobraba el barril de cerveza y las mayonesas de ave.
Por un lado: Leí esto por ahí y pensé en traértelo de regalo, es sobre un casamiento entre mariposas
...aparecieron el el aire, y quedaron ahí, grandes y paradas, aunque también cambiando algo su tamaño. Levemente,vibraban, tremolaban. Les mirábamos el gusano afelpado algo torvo y las alas de muchos colores, bellas como las de los ángeles. Eran dos (para casarse). Duró toda la mañana...
Por otro lado (sobre el post): Me suena familiar esa inclinación a la hermeneútica buscando huellas donde no dice mucho que alivie... Bueno, al menos zafó de una navidad.
La verdad me dio risa de imaginarlo.
Qué puedo decir? Cuidado con la navidad y sus festejos...
Felicidades y espero brindemos pronto.
El que escribe no está en su sano juicio...o no..
El reverendo no está, presumo que debe estar tirado en un zanjon, con muchas moscas revoloteando...parece que le fue bien.. y bueh! todo llega..(cooonn suuuuus tieeemmmmmmmmmpos)
Justamente cantando "Los viejos vinagres"...
Rev: me alegraste esta jornada urticante con la noticia. Sumergiré mi alma en champán por tí. En cuanto a los tiempos y sus cosas... voy a ponerles una cañita voladora en el orto, para que tomen impulso.
Soltate, con Barón B soltate...
Las lucecitas no serían chinas.
Esas jamás habrían durado tanto.
Entre las supocisiones a la combustion espontanea, las luces chinas y la incorrompilbe comida (algun forma habra, ya en novelas como Grandes Esperanzas el traje de novia y el pastel duraban decadas) no se me ocurre que mas poder decir...
De la despedida de Julio, si estuvo magistral, lastima ciertas costumbres como el cocacolero, el cervecero, y el de los globlos de algodon de azucar que se creian mas estrellas y con derecho a tapar el escenario. Y la ultima imagen.... muy culo el que mostro antes que se apagaran todas las luces-
Gracias por los divertidos aportes de todos.
(Milord, lo suyo fue muuuy interesante)
Antiprímula: gracias por el regalo. No hay nada más encantador y sabio que lo efímero.
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