La voz a veces suena como rebato suburbano, otras es canto de Neptuno. El piano se somete a la rítmica del desvarío y, entre octavas de timbales, nace una balada encantadora. Cubrime de guaraná y caipirinha, escoltame junto al mar, al pie del morro.
¡Qué vastas son las playas de lo desconocido que puede llegar a ser conveniente! Nos opaca el aburrimiento, nos resignamos en la porciúncula de los desesperados. Tal cual sospechás, por ahí me reconozco: una jineta de metáforas imposibles, cierta apologeta de la Isagogé de lo perimido.
Paso de la profecía al memorándum con inescrupulosa sencillez. Y me mareo de furia.
Pobre cuerpo, cinchado entre la artificiosidad y la degradación. No hay sostén para su arrojo: beduino en oasis fuera de ruta.
6 comentarios:
Darle al guaraná, a la caipirinha y luego arrimarse sin más al mar me rememora más a Alfonsina Storni que a la Vicky Ocampo. Eso si, las aguas son más calentitas. Un cuadro de esos, en lugar de zambas, inspirarían música de fondo para tres scolas do samba.
In memoriam Jackson do Pandeiro
It's a long and winding road... (mezclando estilos).
Y enero es demasiado largo, es verdad... Pero te juro que termina ¡reina!
Enero es largo dependiendo de dónde se esté. Las vacaciones siempre son cortas...
"Águas de março" es genial, es tan simple y dice tanto al mismo tiempo. En fin... ya sabés los efectos en mí de este tipo de música.
Brasil? estas alli? que suerte y bueno si solo es virtualmente, tambien es una forma de 'estar' mas mental o espiritual, pero se esta.
Musica, caipirinha y yo ya estoy.
Febrero siempre se queja de eso!
Arena nao tem fim.
Estoy en Santa Fe "cidade maravilhosa", que últimamente es como estar en Brasil (cada vez son más los barrios que se parecen al imperio narco de San Pablo o a las favelas violentas de Río)
Febrero este año tiene su bisiesta revancha, así que deje de hinchar las guindas
batucada, capoeira, Chico Buarque!
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