Antes que unas cartas en borrador/que la sospecha adolescente/que los guantes sobre el cofre/que máscaras sin disfraz.
Antes que hectáreas desbordadas/que el imperio del olvido/que la ocurrencia de la hipóstasis/que la sed por la ovación.
Antes que las fobias/que el asesinato en serie/que esos manuscritos codiciados/que el Che fumando habano.
Antes que tatuajes góticos/que ingenuidad, tópicos, pistas/que altares de oblación/que seco el jardín (zen).
Antes que la sagacidad del jaguar/que la última esfinge/que errabundos/que el vino y sus ceremonias.
Antes que un tren a las nubes/que holocausto, proscriptos, Academia/que el violín de Florián Paucke/que los golfos, el granizo.
Antes que el péndulo y el nirvana/que antioxidantes o caderas/que el hueco en el destino/que adversus metáfora.
Antes que la gota de rocío/que campamentos bandeirantes/que el plano del hades/que un plenilunio para Govinda.
Antes que la plaza pública/que ostracismo y agoreros/que tus ulceraciones/que mi Sitcom.
Antes que la cruz, la rosa, el maíz/que el hilo en el laberinto/que la traición memorable del discípulo/que un exilio picnic en Arabia.
Antes que la eternidad de la canela/que el poder matriarcal/que sugestión y parsimonia/que la neblina cubriendo los pantanos.
Antes que el silencio del verdugo/que saudade/que las excusas repetidas/que un saxo al amanecer.Antes que cada adivinación/que Chichén Itzá con sus bóvedas/que el vientre infértil/que apócrifos manifiestos.
Antes que una asonada al alba/que los dedos entintados/que el temor de dioses/que el faro en la montaña.
Antes que santo paráclito/que rasgar las vestiduras/que el suspiro del felino/que arcabuceros en huelga.
Antes que la urgencia/que hálitos de vida/que resignarse bajo amenaza/que el sorpresivo desdén.
Antes que gramáticamente correcta/que Oktoberfest, haka, yerba mate/que los gránulos de mica/que la chispa temblorosa en sus pupilas.
Antes que éxtasis in jazz/que la decisión de Abelardo y Eloísa/que incapacidades afectivas/que apresurándome.
As time goes by (Rod Stewart con Queen Latifah)
Pensaba que la guerra era infinita
como los mundos y el azar
que una tumba vacía abría surcos de justicia
promesa para el alma derrumbada.
Creía en la restauración universal
por obra de la luz del conocimiento
redención, bautismo [alquimia]
Tríadas. Atajos.
Me deleitaba en la sonrisa distraída
en el fluir de los eventos
enigmas lúdicos
vulnerabilidad paradigmática
contundencia del acá soy.
Antes todo suspensivo
siempre nada del origen
Bronce. Llamas. Almizcle.
La canción inmortal.
Fascinación.
4 comentarios:
¡Por dios! El subtítulo es genial, lo de la alucinación recurrente. (Hago un alto en mi camino para inclinarme en reverencia).
bueno, tal asunto es real (capaz que tenga que consultar a algún psiquiatra, me pregunto ahora rascándome la cabeza)
Un saxo al amanecer me evoca a un desayuno de cascotazos, con medialumas boomerang, claro.
cuando usted hace apreciaciones como ésta me recuerda a Manolito, de "Mafalda".
Es un personaje que me despierta suma ternura, dicho sea de paso...
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