lunes, 18 de febrero de 2008

POR VENTANILLA


Todo el fin de semana pensando en mí. Su parquedad fue mi excusa. Quiero lograr un automatismo despojado de estilo; me propuse la eficiencia. Un show mediático exige demasiado glamour. Mi autoanálisis se asemejará a esos mostradores de oficinas públicas, con su planilla de preguntas frecuentes y respuestas precisas. Operatoria robótica, desafectada. Donde lo resuelto se archiva en la oscuridad subterránea, la burocracia asesina las indefiniciones y lo reflexivo no traspasa el umbral de las puertas giratorias. Anaqueles atiborrados de asuntos prescriptos. Horarios rotativos. Vacaciones planificadas. Simplificación de los trámites, a efectos de informar al interesado sobre lo imposible de esperar. Firuletes en huelga . Valores cenicientos.
Como no puede esquivarse cierta exposición, la mía resultará deslucida. El desinterés es general y evidente ¿para qué forzar expectativas? No hay arrojo para las existencias insulsas, formateadas por la rutina. Globalización del tedio.
Desperdigaré en las hojas de un diario virtual los suspiros de la propia ausencia. Como hace el impacto de la bala en el cráneo, cuando el arma fue escrupulosamente calibrada.
Probablemente construya, a fuerza de registraciones mecánicas, la teleología de los inmerecidos: una doctrina ortodoxa sin augurios de paraíso.

8 comentarios:

Livio dijo...

¡Si empezás así no llegás al viernes!

Jugate un tetris... Yo te banco!

Asterion dijo...

Hay cierta similitud entre una dependencia municipal y una policial, no?

GISOFANIA dijo...

Livio: es el continuum de la saga. Tetris es una palabra griega: gracias por la invitación al ocio y el respaldo al negocio.

Asterión: la libertad amordazada no conoce de matices...

LORD MARIANVS dijo...

Más que un tetris jugar un algo así como el 1942 o el counter stike..

antiprímula dijo...

¿Necesitás una empleada allí? Creo que podría hacer bien el trabajo, me han venido entrenando con sorprendente dedicación.

GISOFANIA dijo...

AP: lo que yo necesito es un atajo y un cómplice, para esquivar con elegancia tantos estercoleros. si te animás, la vacante es toda tuya

Al respecto, lord, me embarcaría gustosa en un Tomb Rider (siempre envidiaré a Lara Croft ¡perra!)

Anónimo dijo...

Cuando sepas que los pasos
que suben la escalera
de ninguna manera
vienen por vos.
Cuanto te sorprenda un grito
llamándote lejano
y entiendas de antemano
que es un error.
Cuando suene una campana
avisando la hora
anunciando otra aurora
de lucidez.
Cuando pasen por la radio
la misma melodía
que oíste cierto día
pero al revés
Entonces
comprenderás

Anónimo dijo...

no encuentro forma de opinar, sin cuentas de blogger (firmado: el reverendo h de p)