El taxi te deja a media cuadra de la puerta de entrada, porque las adyacencias de tu lugar de trabajo parecen hoy una zona de guerra: el parque totalmente a oscuras (por una negligencia de la Empresa Provincial de la Energía), los bloques de cemento configurando el "circuito callejero Santa Fe ciudad" para la edición 2008 del TC2000, unas cuantas hogueras alimentadas con cubiertas, la resistencia comercial ambulante marginal echada en el asfalto, el olor a caucho quemado invadiendo el edificio donde pasarás las siguientes 7 horas (por suerte es viernes). Tu jefa que llega y te comenta alterada que la élite de prensa de la carrera mencionada se instalará en la planta baja comenzando las tareas de cableado y armado desde el martes próximo y que los funcionarios políticos la dejaron a cargo del asunto (la herencia inmemorial de Pilatos; qué semana jodida se anuncia) . Escuchás a tus compañeros despotricar contra los negros de mierda de siempre, y que si ellos fueran gobierno directamente los mandarían a matar a todos con la prefectura. Vos te preguntás si serían capaces de hacer lo que exigen y desean teniendo el poder; y pensar que la respuesta es sí te pone la piel de gallina porque entonces no habría futuro (en el mejor de los casos) o lo que vendrá es desolador y páramo; que esta sociedad está desintegrada-decadente-enferma quizás sin remedio; y te duelen las generaciones nuevas, las que no eligieron nacer, también las que no pudieron nacer o no las dejaron y qué profecía terrible la de Lc. 23, 28-31 ("Porque se acerca un tiempo en el que dirán: ¡Felices las estériles, felices los senos que no concibieron y los pechos que no amamantaron!Entonces se pondrán a decir a las montañas: Caed sobre nosotros, y a las colinas: ocultadnos. Porque si esto hacen con el leño verde, ¿qué será del seco?").
Además están tus propios e intransferibles huecos. Que son úlceras del espíritu, al aguardo de una cicatrización por ahora demorada.
. . . . . . .
Pero vas a una de tus casillas de correo y leés:
Tomás a usuario
Asunto: hola tia
acordate que el sabado es nuestro cumple en bajitos a las 18 hasta las 20 y 30.
Hay otras epístolas en otro buzón. Y la vida se te inunda de aleteos de besos destinados a tu frente, de imágenes de un enano comiendo boquita de dama sentado en el regazo de su adorable pater familiae, de pixeles goteando la incomprensible absurdidad de ciertos acontecimientos, de verbos bocetando con su torpeza sentimientos persistentes, de envíos de ternura -tanta y recurrente que desgarra el núcleo mismo de tu insatisfacción.
Esta es la verdad tuya, el desvelamiento pudoroso de la plenitud personal, la materia-forma radiante de tu ego sum qui sum, la manifestación gloriosa de tu individuación.
A desdén de otros silencios y distancias, a pesar del desencuentro y las bifurcadas, a salud de conquistas perdidas, a vagón de la tristeza inextinguible...
"Parte del aire" (Páez)
Mercedes Sosa con Fito Páez
5 comentarios:
UN SUEÑO
¡Recibe en la frente este beso!!!!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueno.
Frente a la mar rugiente
que castiga esta rompiente
tengo en la palma apretada
granos de arena dorada....
¡Son pocos! Y en un momento
se me escurren y yo siento
surgir en mí este lamento:
¡Oh Dios! ¿Por qué no puedo
retenerlos en mis dedos?
¡Oh Dios! ¡Si yo pudiera
salvar uno de la marea! (tan sólo uno)
¿Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño dentro de un sueño?...
So pra voçé. Fdo: El Reverendo de la tribu de los Obembe
Gisofanía, que lujo de blog eh?, TE FELICITO, pasa por el mío cuando quieras. http://latumbadejulieta.blogspot.com
Tus "otras epístolas en otro buzón" dan ganas de poder sentirlas.
Con otras palabras creo que ya te manifesté hace poco cuál es mi sentir ante a "los besos destinados a mi frente" que percibo como poco a poco se apagan.
No conozco otro ardor que lastime y purifique tanto como el de las palabras y gestos delicados manteniendo una perspectiva que hace honor a Apolo.
La fascinación por los espectros y las hojarascas amorosas puede degenerar en resignación. Tal, mi statu quo. Ahora bien, hecha la advertencia pertinente, no sé si seguirás deseando compartirlo...
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