nosotros y la insatisfacción
en huída opuesta al vértigo
extraño ardor
ceguera con suplemento
rapto de flagelantes
sitial en la noche del siglo.
Desnudan en secreto su veneno las emperatrices de la devastación, al vitorear el macabro episodio.
Eclipse de misericordias y providencia.
Pero los abismos querubínicos no suelen tener paciencia.
Allá, la presión de alas desborda en conquistas inertes.
Aquí, la fragilidad abotonada de sensaciones a medias.
Quedarán otras lecciones más urgentes para debatir -prepotencia de lo coyuntural-:
la rentabilidad de la tierra, el despilfarro de los recursos o talentos, la perversidad ideológica de los sistemas educativos, el estratificado social inmóvil de los países empobrecidos, los andamios jurídicos y el poder policial.
Vergüenza, destino, saco de sinapsis, minuciosidad romántica.
10 comentarios:
igual, es Plutón el que tiene el as marcado. Besos
Creo porque quiero creer...
Comento acá porque arriba no se puede, obviamente.
Qués esta despedida, Giso, así de siemple, te vas?
Yo te dejo un abrazo que espero recibas porque vuelvas.
Así es de simple, alguna.
Me voy, pero ninguna partida es absoluta (como ni ningún regreso es total).
Gracias por tu abrazo, te seguiré leyendo.
entre paréntesis sobra un "ni"
Entiendo las partidas, soy partidaria de las partidas, ja.
Pero también espero que los Campos de Lino al partirse se abran a un regreso siempre inminente.
Otro abrazo.
Un beso, Giso.
Avisá cuando vuelvas, que la otra vez me costó un montón avivarme de que la Lady se llamaba ahora Gisofania.
Hoy hace mucho calor... la noche le volverá a ganar al día en medio de remolinos y algunos relámpagos lejanos... y se teñirá el cielo de un rojo venoso antes de mancharse de estrellas.
¿No podrían ser así todas las despedidas?
Aborrezco a los spammers.
Passei por aqui e adorei o blog...
Parabéns e felicidades
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