Tan apurados que no pronunciaron sus nombres completos. Aborrecible costumbre de apocopar.
Deseaban la simpleza de la cotidianeidad compartida, sin rococó ni hechizos.
Pero querían ofrecerle al otro la mejor historia de amor de su vida (como si no hubieran tenido suficiente cuota de tragedia, ya)
A las diez, cuando las pasiones acallan, tomaron conciencia de su torpeza.
Sórdidos extremos navajan el sueño. La tensión erótica genera monstruos invencibles. Se perderá el corazón.
Tendrán que cargar con el silencio, las posibilidades, la confusión, los prejuicios resbaladizos y la prudencia. Lo que a cada uno corresponda, en rotación.
Hemisferio de praxis y ascesis.
RECETA DE CROISSANT (12 unidades) Levadura de panadería: 30 gramos
Azúcar glasé: 15 gramos
Leche: 150 cc
Harina: 450 gramos
Sal: 1 pizca
Mantequilla: 180 gramos
Huevos: 2 unidades (1 para dorar)
En un bol, poner la levadura y el azúcar y mezclarlo con la leche tibia. Se deja reposar la mezcla durante 10 minutos.
Aparte, tamizar la harina y la sal y desmigar 30 gramos de mantequilla sobre la harina.
Hacer un volcán con la harina y añadir, en el centro, un huevo batido y la mezcla de la levadura preparada anteriormente. Poco a poco, y con cuidado, se va llevando la harina hacia al centro mezclándola bien con el resto de los ingredientes.
Se va trabajando la masa con las manos hasta que empieza a tener consistencia y se puede empezar a trabajar con el rodillo.
Entonces se va añadiendo a la masa, un poquito de mantequilla blanda (se puede ablandar con la ayuda del microondas), y se continúa trabajando hasta que, poco a poco, nos vamos quedando sin mantequilla.
Cuando la masa ya está bien trabajada y es homogénea, se envuelve con un trapo limpio y se deja reposar en un sitio fresco durante aproximadamente 30 minutos. Después se vuelve a trabajar ligeramente, se envuelve con el trapo nuevamente y se deja descansar durante unas seis u ocho horas.
Cuando la masa ya está lista, se divide en bolas para que todos los croissants tengan aproximadamente la misma medida, se extiende la masa de cada croissant y se enrolla para darle la forma característica.
Cuando ya los tenemos todos preparados se colocan en la placa del horno previamente aceitada y se pinta cada uno con la mezcla de huevo batido y sal.
Se dejan reposar 30 minutos más para que la masa suba nuevamente antes de cocerlos, se pintan con el huevo de nuevo y se meten en el horno a 200º durante 15 o 20 minutos.
En caso de ser demasiada masa, es posible congelarla cruda, con lo cual sólo hay que descongelarla, darle la forma y hornearla cada vez que se quieran hacer nuevos croissants.