viernes, 27 de junio de 2008
jueves, 26 de junio de 2008
COFRADÍA DE TRASHUMANTES
nosotros y la insatisfacción
en huída opuesta al vértigo
extraño ardor
ceguera con suplemento
rapto de flagelantes
sitial en la noche del siglo.
Desnudan en secreto su veneno las emperatrices de la devastación, al vitorear el macabro episodio.
Eclipse de misericordias y providencia.
Pero los abismos querubínicos no suelen tener paciencia.
Allá, la presión de alas desborda en conquistas inertes.
Aquí, la fragilidad abotonada de sensaciones a medias.
Quedarán otras lecciones más urgentes para debatir -prepotencia de lo coyuntural-:
la rentabilidad de la tierra, el despilfarro de los recursos o talentos, la perversidad ideológica de los sistemas educativos, el estratificado social inmóvil de los países empobrecidos, los andamios jurídicos y el poder policial.
Vergüenza, destino, saco de sinapsis, minuciosidad romántica.
martes, 24 de junio de 2008
INCANDESCENCIAS
Hace un año "Campos de lino" decidía abrir su tranquera. La fecha fue concienzudamente elegida en honor a la Fiesta de San Juan. Así, este espacio se declaraba signado por el fuego y toda su vasta simbología: purificación, renacimiento, pasión, vida, destrucción, belleza, movimiento, diversidad, calor, el juego de la continuidad-volatilidad, la fascinación, el misticismo. Lo aquí dicho y mostrado tiene ese sello, un estilo que reconoce como maestros a ellos:
LOS JUANES Y SUS HOGUERAS
LLAMA DE AMOR VIVA
INCENDIO
Afuera, afuera, ansias mías; / no el respeto os embarace: / que es lisonja de la pena /perder el miedo a los males. /
Salgan signos a la boca / de lo que el corazón arde, /que nadie, nadie creerá el incendio / si el humo no da señales.
El que su cuidado estima, /sus sentimientos no calle; / que no es muy valiente el preso /que no quebranta la cárcel.
Afuera, afuera ansias mías; / no el respeto os embarace: / que nadie, nadie creerá el incendio / si el humo no da señales.
Salgan signos a la boca / de lo que el corazón arde, / que no es muy valiente el preso / que no quebranta la cárcel.
[Sor Juana Inés de la Cruz, mexicana, 1651-1695]
lunes, 23 de junio de 2008
REPORTE DE PASIÓN
LA HORA DEL CABALLO
Ya estuve en el instante.
Esta tarde ciclotímica no fue única.
Te vi lejos desde mí, sombrío.
Goteé idéntico temblor
tartaleé al sublimar alternancias.
Como ahora.
Cinismo pastoril,
estupidez de género:
en el auge del desconcierto
elegí -como otras veces-
fragüé mi alma en el frío de tu rudeza
apuré adioses
(insistencias indoloras)
reinvindiqué porfiadez espuma desvaríos.
Confusión de signos
escondrijo pacato
orgullo más prejuicios
cordura sentimental.
Puliendo esta danza mareada
apunto y no disparo
acelero el stop
sostengo mi desvanecimiento.
Corcovos.
Soliloquio.
Vos te venís haciendo el tonto.
A mí me sale así.
Pues aunque el resplandor que en otro tiempo fue tan brillante
hoy esté por siempre oculto a mis miradas,
aunque nada pueda hacer volver la hora
del esplendor en la hierba, de la gloria en las flores,
no debemos afligirnos, pues encontraremos
fuerza en el recuerdo,
en aquella primera simpatía
que habiendo sido una vez, habrá de ser por siempre,
en los consoladores pensamientos que brotaron
del humano sufrimiento
y en la fe que mira a través de la muerte,
y en los años, que traen consigo las ideas filosóficas (......)
Gracias al corazón humano, por el cual vivimos,
gracias a sus ternuras, a sus alegrías, y a sus temores
la flor más humilde, al florecer, puede inspirarme
ideas que, a menudo, se muestran demasiado profundas para las lágrimas.
WILLIAM WORDSWORTH - Ode: intimations of inmortality, 1807
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miércoles, 18 de junio de 2008
GALLICINIUM
René Magritte "La condición humana", 1935
¿Habrá que tomar el mando de los escrúpulos colectivos o bastará con un anuncio?
¿Deberé sacrificar el anonimato o la traición?
Al momento del desembarco, ese es el horizonte psíquico, la ruleta de los dilemas.
El Señor Correcto desmenuza las hebras interrogativas, las acaricia y las sacude alternativamente, chequeando sus influjos nerviosos.
Existe algo como la automatización del miedo, y no es una opción: si la desesperación te encuentra digno, dirige tu curso.
Hay una pulseada permanente con el goce. Pero algunos seres terminan convirtiendo a la seguridad en una festichola sin invitados ni delicatessen. El Señor Correcto es tan impecable, tan educado que asfixia.
* * * INTERVALO * * *
Y quiere ir al Camposanto, atravesando el arcoiris.
Y pretende no desgastarse tanto las yemas y los meniscos -paranoia corporal-
Y a veces es un bloqueo de humores, y a veces una sociedad de fomento.
Y en cada palco espantajos de estériles contiendas le regalan burlas. Y Lorca, y Yeats, y cátaros, y Marechal dándole letra a las iteraciones.
Ella despoblaría su carnaval maniático en un segundo, refundándolo.
Lo limpiaría de quejas, desmalezaría su feudo henchido de Intentos Criminales.
Aterrorizaría el manual de recuperaciones, su escudo de vacilación. Porque ella es diestra en el arte de acuñar distancias y ausencia, si se angosta la mirada temeraria.
lunes, 16 de junio de 2008
PATERNALIA
Gisofania sepia y chiquitita ahí atrás, bien custodiada
Silvina Garré cantando esta poesía de Fandermole
EN LOS BRAZOS DE MI PADRE
Esos tallos de metal que soportan dos jazmines,
pendulares arlequines que acompañan el andar,
que parecen cuna tibia o herramientas de combate
son los brazos de mi padre que se van a trabajar.
Una torre de Babel por los dos edificada
bastaría si sumaran sus cansancios de hasta ayer,
pero como toda piedra les fue siempre arrebatada
no les quedan más que llagas como testimonio cruel.
Y allí en la cintura de mi madre
mucho antes de yo verlos como ramas fragantes
estarían prodigándome un abrazo de tarde en tarde.
Y con su fatiga silenciosa en un abrazo acunándome
y empujándome la voz, y empujándome la voz,
y empujándome la voz para cantarles.
Si se pudiera explicar lo que por su fibra estalla,
lo que la paciencia calla y la lengua no dirá,
los milagros bajarían a los límites humanos
en la furia de unas manos que no dejan de luchar.
Esos tallos de metal que soportan dos jazmines,
pendulares arlequines que acompañan el andar,
que parecen cuna tibia o herramientas de combate
son los brazos de mi padre que se van a trabajar.
Y allí en la cintura de mi madre
mucho antes de yo verlos como ramas fragantes
estarían prodigándome un abrazo de tarde en tarde.
Y con su fatiga silenciosa en un abrazo acunándome
y empujándome la voz, y empujándome la voz,
y empujándome la voz para cantarles.
La familia completa, año 1990
miércoles, 11 de junio de 2008
NAVAJAS
En épocas de citas evangélicas, pecados capitales acusatorios e histerias moralistas, algunos postulados de la economía pueden ser una opción muy sana para el alma.
lunes, 9 de junio de 2008
MAPA DE BITS
como aquelarre contenido
como un anacrónico grotesco
como nihilistas en panóptico
como la manta roída de la verdad
como las flexibilidades del encierro
como lo que se derrumba imperceptible
como explicando un retruécano
como fragmentariedades y sinonimias
como secuencial del olvido
como la demencia de falsificar avales
como una borrasca del feliz augurio
jueves, 5 de junio de 2008
LA VIGILIA DE MONET
A continuación procedió a almacenar unas provisiones.
En la bitácora quedaron consignados algunos datos; a tal efecto, garabateó un improvisado alfabeto.
¡Qué descabellado el ritmo que acelera las partículas de quien ignora si habrá de regresar!
La urgencia de viajar embelesaba sus pálidos días de hombre solitario. Un éxtasis tan cíclico como la inflación o empalarse en la lectura de Rimbaud.
Trazó las probables rutas en un pergamino, en la mente, en el corazón. El mapa resultó un bricolage de ensueños impávidos y aspiraciones tenebrosas.
Dimisión clandestina a pasibles utilitarismos.
Controló con delicadeza agnóstica las fibrilaciones, los compases del desaliento, las contingencias.
Su partida estaba impresa en el árbol de la vida. La aurora austral lo aguardaba.
martes, 3 de junio de 2008
"Alea iacta est"
Aunque te apures -o me desmaye- las curvaturas se someterán a los estremecimientos del músculo farsante. Las estrías irán dibujando tu nombre, conformándome de ahí a la eternidad. Y en virtud de tus regresos he de circular dichosamente extravagante