viernes, 31 de agosto de 2007

GOTAS

Bicicletas. Decenas de bicicletas que se convierten en dragones desafiantes al caos matinal. Hasta que aparece San Jorge, ebrio de alucinógenos, y los decapita con su espada resplandeciente. Llegas tarde, siempre tarde, a ese lugar que no elegiste jamás. Traga saliva y mantente alerta, entonces. Almafuerte presenta su último disco, y tus fobias históricas hacen desaparecer las últimas esperanzas. Cruzas la plaza contaminada de hastío pisando el césped. Sin culpas: las prohibiciones han sido hechas para transigir. El otro te tentó con sonetos de sir William, deshilachando la trama de tus más recónditos secretos, tú te entregaste fulminada de soledad y ahora nuevamente has perdido, lo has perdido. El otro ha sido lo mesuradamente farsante como para pulverizar tus deseos hasta hacerlos impalpables. Te abandonó por Ella, la que no puedes ser: altiva, pálida, transparente, la seductora misteriosa de una cita ideal, señora de todos y de nadie, antinomia absoluta. Cierras las ventanas, clausuras la sesión. De otro llegó a ser Él, el anhelado inasible. El que llegó sin aviso, como un proxeneta de la desesperación. Receta del día de la fecha: antiguos fantasmas al acecho. Te bloqueas, el asma reincidente de tu corazón te impide respirar, pero es inútil . Temor y temblor. Sinestesia o hermenéutica: esa es la cuestión. Exaltada por la novedad, decides aguardarlo, y preguntas al ángel (a ese, el gran ausente, pero ya te acostumbraste) si aún es posible. ¿Con quién hablaba el otro día, mientras tú te atrincherabas en la torre de marfil? Mejor no saber. Ya está, ya fue, ya acontecerá. Algo hizo trac, al principio. Un chasquido de dedos, un arpegio omnipotente, y eres arrojada nuevamente al vacío, orgullosa resaca del universo…

miércoles, 29 de agosto de 2007

RAHU

Me revolqué en la inmensidad láctea, cabalgando las olas del Orden Supremo. Abracé la mutación, a cambio de unas gotas del néctar de la inmortalidad. No imploré la gracia. Simplemente, tenía urgencia.
Alba y celosa luna, numen de acechanzas vampíricas, invocación de espadas y de chakras verdugos, cortesana delatora, esta es mi promesa: te devoraré en cada ciclo de opulencia vana. Te preñaré de sombras. Salpicaré tu nacarada máscara con efélides ígneas. Habrá desolación en las aldeas. La familia humana se espantará, escondiendo sus rostros de tí, destello señero de funestos presagios. Quien a tu embrujo se entregue, llevará la divisa de la maldición cósmica. Bajo tu hado el ardor de los amantes sabrá a hiel y ceniza.

* * *
Claro de luna, de la Suite Bergamasca
Claude Debussy

MINIMINAL

La brisa suspira entre las hojas del ficus del vecino.
Perlas de rocío, de tanto en tanto.
Índice y anular se posan suavemente sobre el teclado.
La frase musical breve entra a pie puntillas en la habitación.
Escasos los momentos perdidos.
Con sutilidad, las dos primeras letras de un nombre se acodan en los surcos de mi memoria.


Al menos, más.

Apenas cansancio, apenas remordimiento.
Dudas, apenas.
La nostalgia, apenas.
Apenas esperanza.
Y el presente apena.


Poquísimo.
Cuarto creciente.
Vestigios.
Atisbo.
Insinuación.
Levedad.

Los que afirman que sugerir es mejor que exponer tienen razón.

martes, 28 de agosto de 2007

TODOS LOS FUEGOS, EL FUEGO

"Pido a los dioses que me libren de este penoso trabajo, de esta guardia sin fin que estoy haciendo en lo alto del palacio de los Atridas, todo el año alerta como un perro, contemplando las varias constelaciones de los astros de la noche... Siempre esperando... Llega la noche, mas no viene con ella el reposo a mi lecho húmedo de rocío. Jamás le visitan los sueños; en vez del sueño, es el temor quien se sienta a mi cabecera y no me deja cerrar los ojos al descanso. ...¡Venga por fin el dichoso instante que me vea libre de esta fatiga! ¡Aparezca en medio de la noche el fuego de la buena nueva! (...) Ah condición de las cosas humanas! Prósperas, una sombra puede darles la vuelta; si viene el infortunio, una esponja mojada, arrojada contra ellas, borra el dibujo. Es esto mucho más que aquello, lo que me mueve a la piedad. "
Esquilo (525 aC- 426 aC), fragmento de Agamenón


Estos árboles no transigen con tener menos cielo, estas piedras no transigen con los pasos enemigos, estos rostros no transigen más que con el sol, estos corazones no transigen más que con la justicia. Este paisaje es duro como el silencio, aprieta contra su seno sus piedras incandescentes, aprieta contra la luz sus olivos huérfanos y sus vides, aprieta los dientes, no hay agua, solamente luz. El camino se pierde entre la luz y la sombra del seto es hierro.

Los árboles, los ríos y las voces se convirtieron en mármol bajo la cal del sol, con el mármol tropiezan las raíces, los arbustos polvorientos, la mula y la rosa, jadean, no hay agua, todos tienen sed, años enteros, todos mastican un bocado de cielo además de su amargura. Sus ojos están rojos de insomnio, una profunda arruga clavada entre sus cejas como un ciprés entre dos montes al anochecer. Sus manos están pegadas al fusil, el fusil es una prolongación de sus manos, sus manos son una prolongación de sus almas, tienen sobre sus labios el furor y tienen una pena profunda, muy profunda en sus miradas, como una estrella en un charco de sal.

Cuando estrechan la mano el sol está seguro para el mundo, cuando sonríen vuela una pequeña golondrina de su barba feroz, cuando duermen doce estrellas nacen de sus bolsillos vacíos, cuando mueren sube la vida cuesta arriba con tambores y banderas. Hace ya tantos años que todos tienen hambre, que todos tienen sed, que todos mueren sitiados por tierra y mar, el calor devoró sus campos y la sal inundó sus casas, el viento derribó sus puertas y deshojó las pocas lilas de la plaza, por los agujeros de sus capotes entra y sale la muerte, sus lenguas están ácidas como el amargo fruto del ciprés, sus perros se murieron envueltos en sus sombras y la lluvia golpea en sus huesos.
Fuman boñigas arriba en las guaridas, convertidos en piedra y por la noche vigilan el rabioso mar donde se ha hundido el mástil roto de la luna. Se ha terminado el pan. Las balas se acabaron, ahora cargan sus viejas armas, solo con sus corazones. Tantos años sitiados por tierra y mar, todos tienen hambre, todos perecen y nadie se muere, arriba, en las guaridas, sus ojos centellean, una gran bandera, un gran fuego rojo, y, cada amanecer, millares de palomas vuelan desde sus manos hacia las cuatro puertas del horizonte.
Grecidad, capítulo I, Yannis Ritsos
CANTO DEL DESTINO DE HIPERIÓN
Vagáis arriba en la luz,
en blando suelo, ¡genios felices!
brisas de Dios, radiantes,
suaves os rozan
como los dedos de la artista
las cuerdas santas.
Sin sino, como infantes
que duermen,
respiran los dioses;
resplandecen
en casto capullo guardados
sus espíritus
eternamente.
Y en sus ojos beatos
brilla tranquilo
fulgor perpetuo.
Mas no nos es dado
en sitio alguno posar.
Vacilan y caen
los hombres sufrientes,
ciegos, de una
hora en la otra,
como aguas de roca
en roca lanzados,
eternamente, hacia lo incierto.
(inevitable fue recordar este poema de Hölderlin, el poeta enamorado de Grecia)

sábado, 25 de agosto de 2007

FASE

Harta de espejismos fugaces, emprendí la retirada.
Por la misma insípida ruta de siempre atravesé conventillos desvastados, calesitas herrumbradas sin música de organillo, paradas de autobuses, equinoccios.
La locuacidad que alguna vez fue motivo de protagonismo en actos escolares quedó archivada en los anaqueles altos de la nostalgia, en soporte magnético, a salvo de las envidias adultas y el miedo adolescente al ridículo.
Sinuosamente, como en una exclamación cósmica saboreada de antemano, el hastío hace barricadas con mis tendones, de arriba abajo durante el trayecto a la oficina.
Por ahí, una cisterna compasiva me hace señas, con su carga de frescura y hondo remanso.
Por acá, la acedia intrigante, desértica, implacable, frígida, acosa mis sueños trashumantes hasta sofocarlos.
El paisaje de todos los días se me va desfigurando delante de la ventanilla.
Los signos tardíos de la estación más cruel del año eclipsan la omnipotencia de los verdes, volviendo todo de gris cemento.
¿Desde dónde han partido estas nubes cenicientas? ¿Desde el horizonte o desde los escombros de mi solitariedad apesadumbrada?
Metástasis invernal de los pesares.
Metátesis de un antiguo oráculo.
[calma, alma mía, es sólo una fase más del fenómeno tan conocido]

viernes, 24 de agosto de 2007


MEMORIA DE BAUDELAIRE
Intensidad.
Cantar de los cantares.
Y siempre las idénticas preguntas.
Teleología que no descansa,
que repite ritos y crece en expansión,
fustigando tus venas con un sello indeleble.
¿Para qué hurgar en los residuos?
Nada podrás cambiar.
Y tampoco matarás la fe,
esa ilusión que te ata a los imposibles,
al servicio de una reincidencia prometeica.
Todo está previsto en Su omnisciencia,
inclusive los arranques de ternura,
terrorismo ingenuo que no cesa.
Alzarás la voz y portarás la antorcha,
asumirás el relevo y el eclipse,
pero la puesta en escena será
una procesión caracolada
al compás de polonesas tristes
y odas al vino.
Lamentos fatuos.
Aspiración vertical,
vocación de hastío.
La gracia de sentirte desdichado
y esperar que te rescate
un corazón que se conmueva de tu suerte.
Aunque no lo sepa,
aunque ignore que su destino es el mismo.
Pasión poética.
Ansias mortuorias,
liberación.
La marca del Edén en los afanes.
Intensidad.

jueves, 23 de agosto de 2007

EMPLEADO PÚBLICO

"Mirá cómo andaré yo, que mi circunstancia me pidió el divorcio por malos tratos"
PP RECORDS, copyright 2007

PHYSI'S GAG


El invierno, a la primavera:
“mentime que me gusta”.
Ella le susurró, con candidez virginal, el nombre de la rosa.
Tras la cópula, cosechas y deshielo.

En los aljibes de las profundidades tártaras Alguien se mofa.
Flatos de sarcasmo hacen girar la rueda.
Todo y parte, la reunión.
Desvelamiento: aleteos de estación.

martes, 21 de agosto de 2007

LABERINTOXIS

Es así el paisaje: por ahí una feroz embestida de registros desgarrados y de pronto... la bonanza de la nada

Acorralada en algún rincón oscuro del circuito arquetípico. Amordazada. Sesgadas las palabras. Inmóvil. Perpleja. Imbécil. Paralizada la mano, sujetas las sandalias, la voluntad crispada. Sumergida en la indolencia de los calendarios. Por motivos patafísicos (la interrogación paradojal por la finalidad de los intentos). Si el entusiasmo dura lo que un soplo... Tal como la vida de un hombre. Ya probé que la embriaguez es un engaño estéril y harapiento. Resuelvo consecuentemente autoconfiscarme, conteniendo la necesidad de agresión. Y todo en la ruta de las sinonimias, como un juego letal para los nervios.
Ariadna en busca del hilo: esa es la primera y banal opción de la platea. No. Error, apresurados saltamontes. Soy minotauro derrotado, humillado, envejecido.
Pulverización de un sueño brevísimo. Afuera y lejana, toda la luz y la alegría.
Ay, mi corazón...

BARRO, TAL VEZ

Salió a pastorear y se perdió, tras el goteo de la clepsidra.
No dejó avisos en el contestador ni esquela bajo el felpudo.
Ironía del Faro, vanidades rocallosas.

Demasiada ausencia en el pantano.
DEMASIADA.

lunes, 20 de agosto de 2007

Instrucciones para un rompecabezas templario

Deténgase.
Que su corazón se envolute como una escalera.
Sosténgase la bifurcada al filo del amanecer.
Recorrer todos los silencios divinos. Degradándose.
Esculpir las obsesiones sobre la cera, cada dos lustros.
Si se pierde en los impulsos atávicos gana puntos.
Empuñar señales azules (menos que negro, casi borravino).
No empujar a la salida. La layenda continúa.
Ni adivinar a través de la bola.
Cuando sea preciso arribará el inglés escéptico.
Animarse a las conjeturas del pretérito imperfecto.
Salir de la furia, al ritmo que marca el ouroboros.
Forzar el picaporte. Como ninja novato.
Infíltrate entre los hijos de Loyola.
Aprieta los molares si es que te crucifican en el potro.
Y aprende religiosamente de los tiempos impares.
Mientras camines, la Tierra será Santa.

Pedro Aznar, Gran Maestre, Si no escucho a mi corazón

sábado, 18 de agosto de 2007

PANEGÍRICO
Perforar la esfera.
Multiplicar sus centros
aleatoriamente.
Provocar a Parménides.
Advenirse en asesino serial
de cualquier fórmula bien formada.
Acometer la empresa iniciática, ciclópea,
y no dejarse embaucar
por el azoramiento de los otros.
Aunque esgriman razones del corazón.

Cincelar nuevos pórticos.
Ahogar las culpas.
Construir laberintos,
escenas lúdicas.
Desaparecer a ratos,
convencida de la presencia.
Sucumbir
ante el encantamiento de una mirada.
Echar semillas entre las piedras,
ahí donde el terreno esconde
de intenciones mezquinas
el tesoro de su fertilidad.

Desechar la brújula.
Hacer caso omiso
del pronóstico de los vientos
o del ritmo de las mareas.
Ir hacia la fuente del olvido
sin proverbios, sin consejo.
Sostenerse en lo más endeble.
Volverse texto,
vocablo polisémico,
alegoría musical.
Extraviarse.
Creerte.

APÉNDICE AFORÍSTICO
De pronto no hubo nada más para decir(te), y tuve que apelar al último recurso: aturdirte con un alarido seco, que destape tus oídos y nuble la visión / hasta que la voluntad abandone el postrero intento de arrogancia / o ebrio de desnudez el corazón estalle sin remedio. / Saber que en la raíz de este júbilo exultante está una apetencia impotente ante la melancolía. / Padecer el colapso inevitable, / que se vuelva hirsuto y festivo (ditirámbico). / Aceptar que al final de la jornada fracasaron las terapias del ocultamiento y la sublimación. / Te aviso que los mecenas de mi conciencia están en bancarrota, / saturados de tanta adrenalina. / Atribulada por la fuerza del destino he emprendido la migración de mis identidades hacia mares más transparentes. / [Marchas nihilistas sonarán].
No te pido que me salves o te salves / sino que juntos probemos el maná de este destierro. / Y que comprendas que lo único que puedo esperar es la transfiguración de mis instintos...

viernes, 17 de agosto de 2007

ASCENSIONES KÁRMICAS (la miseria es una verdadera mierda)

Si -como reza el salmo- nuestros días están contados (la suma es sencilla hasta para un niño) , y la mayor parte del tiempo que pasa es como un soplo vano ergo quienes alcanzan primero la meta de la mortalidad son los más sabios, los mejores. Lo supe esta mañana, cuando su figura menuda y tiritante me arrebató con desafío el encanto de un cielo de esos que tanto me fascinan: plomizo, melancólico y opaco. ¿Cómo hacen ellos para saber de antemano, a su pesar? Onomatopeyas del desencanto, alegatos inapelables del Popol Vuh y la Torah, nuestra casta sacerdotal no reconocida. Solamente hay que mirarlos a los ojos, conteniendo la vergüenza de la propia ignorancia, y entregarse al espanto de las supremas decisiones de la providencia. Cae de maduro que el resto es desecho. Como afirma el rumano, no hay seres más duros que aquellos que definimos vulnerables. Hay que dar el salto o tenderse sin resistencia a las espirales cíclicas (de lo contrario, acabarás como un judío errante). Hay que aprender el arte de los insomnes, el éxtasis delirante de quienes están despiertos. Hay que admirar la gracia de los condenados, estoicos templarios al aguardo del cumplimiento de la única sentencia que no necesita justificación. Hay que alabar en medio de la hoguera ardiendo, dar los últimos estertores bendiciendo en el patíbulo, enfrentar a las bestias como los caballeros de armadura refulgente (tiernamente, con desprecio y conmiseración). ¿Para qué buscar? Precisamente, porque se ha hallado (se ha llegado). En el momento en que descifras la escritura divina hay que callar. Hay que.

Si te atraen las metáforas, esos espectros de Lorca, apunta: la respuesta es un puñal que te traiciona por la espalda, una copa de láudano que intoxica las venas de tus sueños de gloria, una cuerda que tensiona las fibras de cualquier cinismo, la ola que te hunde en el río caudaloso del egotismo cretino, una bala que señala el derrotero de tus programas de rehabilitación, un viento piadoso que empuja cada acto al abismo de la culpa que debe ser redimida por lo Alto. Serenidad, serenidad. Sucedáneos del café, la nicotina y la ansiedad urbana. In excelsis deo.

[Quizás se deba a esta indolencia que no puedo combatir, pero yo prefiero pensar -y hacerlo sin descanso- que no soy digna de la resolución del enigma. Son mañas de la esfinge: le dejo el trabajo a Edipo.]

jueves, 16 de agosto de 2007

CONTRA JAULAS

Al fondo del lavarropas quedaron las medias recién lavadas. En número impar.
Será que la neurosis quedó tildada por la resonancia de un estilo. Tus versos tienen la aspereza del cardamomo, y pican.
Me quedo con la rareza. Todas mis fichas al cero del deseo.
Se jodería el asunto si yo entendiera de qué se trata.
Entender es tensar el arco, apuntar ajustadamente la flecha y hacerte presa.
Una vez cazado... ¡chau magia!

DESERTUS

En el clímax de la hendidura ancló un feroz deshojamiento. Sequedad en nuestra atmósfera. Cada uno peregrino, de alas errabundas.

D i l a t a c i ó n de la pausa.

Pedregal: mi nuevo hábitat.

miércoles, 15 de agosto de 2007

DESENCRIPTADO

Repasando anoche viejas charlas de messenger, horrorizada por mi evidente sentimentalismo, amargada, sola y aburrida, concluí que el carácter es una entidad irreversible. Que no es algo que una pueda “forjar”, como me malenseñaban mis padres, las maestras y las monjas cuando era una niña. Que está imborrablemente inscripto en el ADN, que te lo imprime el Falaz Alfarero en la génesis de la Comedia Universal (como el ombligo, como el sexo, como el destino, como la conciencia). Por tanto, he perdido tiempo y energía estudiando con denuedo los manuales de moralidad, he hecho el hazmerreír de los mandamases aprendiendo trucos de éxito y tablas de valores. Mejor hubiera sido, a cambio del pago mensual de la cuota en los institutos privados, adquirir un atractivo catálogo de tipos predeterminados de personalidad, para que me reconozca, me encasille en alguno y me resigne a mi suerte, sin tanta alharaca de angustia. Y no ese sudor intelectual y emocional que conlleva toda “educación personalizada”, que no es tal, que es un producto comercial tan artificial como las ciencias de la conducta, la religión, las flores de plástico y el agua corriente.
Si aún no se me entiende, inténtese canturrear este rock en tono interrogativo y sin prejuicios.

lunes, 13 de agosto de 2007

GRULLAS


Ante sí se extendía la laguna infinita.
Superficialmente calma.
Pero él sabía que metros más abajo bullía su inextricable esencia.
Había que saber mirar, simplemente. No era algo que una primera vista pudiera otorgar sin retaceo. Por más sensibilidad que se tuviese.
Ladeó el rostro prolijamente rasurado hacia el oeste, desde donde venía el viento, y resopló.
Lo hizo con resignación.
Se levantó el cuello del abrigo de impecable corte inglés y dio algunos saltitos ligeros, como para desentumecerse.
Lo que se abría delante de su figura inerme era la metáfora más perfectamente lograda de su propia personalidad, arisca y arrogante.
Insostenible argucia, vocación exasperada por la hermenéutica.
En la fenomenología de su vida nunca había logrado realizar la más mínima suspensión de juicio. Y quizás debido a ello seguía perturbándose con facilidad, igual que cuando era un adolescente.

Al alba había soñado con grullas.
Grullas estáticas, grullas inclinadas hacia el agua, grullas volando a ras de los juncos orilleros, grullas acercándose sigilosamente por la playa desierta. Grullas solitarias, grullas en bandadas, grullas de colores pasteles, grullas místicas.
No se preguntó por qué.
Esas grullas magníficas, brillantes, enigmáticas, franquearon los límites de su mente, despejaron las brumas de los deseos y, liberadas por la brisa de la memoria, desplegaron sus brazos, le dieron impulso y lo llevaron lejos.
Lejos del hastío.
Lejos de los hábitos.
Lejos de toda contención.
Lejos.
Hacia la inmensidad de un cielo en el que jamás –hasta ese bendito instante- había creído…

domingo, 12 de agosto de 2007

sábado, 11 de agosto de 2007

CACHONDEO OVALADO

Desde el 7 de septiembre se va a jugar en Francia la Copa Mundial de Rugby 2007.
Será muy penoso no poder disfrutar de Jonah en acción, esta vez

pero los All Blacks siguen incorporando ejemplares altamente apetecibles, así que tendré mi justo desquite deleitándome con la carne firme de su capitán actual

o la sangre joven de este tierno corderito
¡Con qué panzada de testosterona voy a satisfacer a mi fantasía durante un mes y medio!
Hasta, si tengo suerte y estoy atenta, puedo llegar al empacho con escenas como ésta:
A la gentil Afrodita elevo mis ruegos (espero que esté de turno en el Olimpo en esa fecha)
Dulce señora, consiénteme!

viernes, 10 de agosto de 2007

EUCLIDIANA



Un punto,
apenas perceptible.


Que se hace gota,
repetición que horada
la aridez inabarcable
de esta pampa de pastos duros.


Que se transforma
en charco, laguna,
y se encrespa de pura obstinación.
Ahora se vuelve río,
torrentes en desorden,
olas, océano tempestuoso.


Y ya sin frenos
ostenta su impetuosidad
violentando los límites del espacio,
cuestionando la lógica del tiempo.


Un punto
te redime, te rescata,
derrama a tus pies la beatitud,
ese suspiro balsámico de no esperar a ningún salvador.


Tú, asiente, mujer.
Entrégate.
Y nunca jamás vuelvas a dudar
del poder de la debilidad.



A mi encantador demiurgo,
ese capaz de crear amaneceres con una sola frase.
Gracias...

jueves, 9 de agosto de 2007

El 18 de agosto será un nuevo aniversario de la ejecución de Federico García Lorca por designio de los eternas huestes abominables (cambian de nombre, pero la esencia permanece). Adelantándome a esa fecha, y con la excusa de responder a un pedido reciente, transcribo un poema de aquel andaluz, con cuya exquisitez siempre tendré empatía.

La sombra de mi alma
huye por un ocaso de alfabetos,
niebla de libros
y palabras.

¡La sombra de mi alma!

He llegado a la línea donde cesa
la nostalgia,
y la gota de llanto se transforma
alabastro de espíritu.

¡La sombra de mi alma!

El copo del dolor
se acaba,
pero queda la razón y la sustancia
de mi viejo mediodía de labios,
de mi viejo mediodía
de miradas.

Un turbio laberinto
de estrellas ahumadas
enreda mi ilusión
casi marchita.

¡La sombra de mi alma!

Y una alucinación
me ordeña las miradas.
Veo la palabra amor
desmoronada.

¡Ruiseñor mío!
¡Ruiseñor!
¿Aún cantas?
Seleccionado de los archivos poéticos de A MEDIA VOZ
Bajo el nombre está el link a esa página solicitada, estimados Germán y Fito.

miércoles, 8 de agosto de 2007

SEÑAL DE AJUSTE

No hay otros paraísos que los paraísos perdidos (JLB)

Yo quería quedarme.
Me dispuse a pagar el precio.
Abrí vados en el mar, para llegar pronto.
Ajusté los frenos, para que la huida no me tiente.
Y una vez en casa descorrí los cerrojos, para que la luz inundara la habitación
(hilos de savia atravesaron las paredes, instalando el jardín alrededor)
Asombrada por la inesperada fertilidad otoñal, extravié mi aptitud oratoria.
Sonó el gong.
Lo que había que hacer era elegíaco.
Tallé un solo tajo -preciso y profundo- en este pecho.
Sobre la mesa polvorienta, te entregué mi corazón deshilado.
Es que venía estropeado de antes, de su solipsismo milenario.
El gesto expectante se te volvió ceñudo.
Buscabas otra cosa. Un flash de hermosura. Una voluntad rebosante de sonrisas, tal vez.
Con el último suspiro retornó una rosa.
Yo quería quedarme.
Vos ya no.
Separata de una bifurcación.
En el pecho, el tajo. El corazón, añicos.
Ambos cauterizarán, por hábito.
Tras la letanía de monosílabos, enmudeció la noche.
Luna sepia y helada.
Pasó la turbulencia, los relámpagos, el huracán.
Me acomodé en el rincón más sombrío, protegiendo el regazo.
Mi alma se hundió, indefensa, en la más honda de las ruinas.
Me persigné. Recité la triada.
Donde brincaban los rayos del acaso ahora reina un vasto páramo de ausencias.


Aprendí que hay un dolor nuevo.
O una vertiente nueva de Dolor.
Y se aloja en el útero de la racionalidad que todo lo ordena.
Lo que duele es el desentendimiento.
Dolor que hace rechinar los dientes,
que contrae la mandíbula durante el sueño,
que transforma la promesa de caricias en puño cerrado golpeando la pared.
Soy botín y sobreviviente de una guerra que no vi venir, distraída en la fascinación.
Está este paradójico orgullo de haber ganado, de seguir sintiendo con claridad y distinción.
Está la euforia de la renuncia,
el abrazo a esta solitariedad voraz,
para salvarte de mi egoísmo,
resguardarte de mis manías,
libertarte de mis agasajos,
cuidarte de mis intensidades,
apartarte de mi desmesura.
Está lo que hay:
lo mío, que ni robé ni mendigué,
altivez de lo propio.
Y está lo que quedó:
área desvastada por la lucha,
ejércitos intactos para nuevas escaramuzas.
momento teletubbie

Envalentonada, en la bolsa de papel madera de las medialunas tempranamente engullidas del desayuno, te apunto, a fibrón fluorescente de tinta indeleble, un listado de mis deseos para tí (a efectos de ser memorizado con la música de "Ojalá que no puedas"):

auna curda recalcitrante de grapa vencida mezclada con ruda macho
auna consecuente resaca de incoherencias, que te haga sentir vivito y coleando
aque se te caiga al inodoro taponeado el reproductor de mp3, justo después de haber bajado en él el cd de Ileana Calabró
aque se te reseque el estofado en la cacerola de aluminio, y se te llene el monoambiente de olor a coliflor
aque, al patear el balde, el agua lavandina se derrame en el parquet recién encerado, formando una mancha con forma de garcha enorme, fláccida y gonorreica
aflatulencias de dudas formando una hoguera, donde se quemen los dos volúmenes de interpretación de los sueños con sus números correspondientes para jugarlos a la quiniela, tus zonas erróneas, el manual de zonceras argentinas, los últimos tickets canasta del mes, la tarjeta Maestro, el carnet de AMSAFE, y la colcha tejida al crochet por tu abuela
aque arrojes el control remoto por el balcón, rompiéndole el vidrio al almacenero de abajo
aque la pc se te intoxique con el virus del wallpaper de las ranitas de Budweiser
aconstipación y diarreas, alternadas con ataques de pánico al tereré.


A tal altura de las circunstancias, te acordarás de que existo -la que suscribe, bombón asesino-, enloquecerás de bronca y vociferarás con timbre de castrati en celo:

¿¡¿y qué mierda te pasó ahora, tarada?!?
Yo voy a estar del otro lado del pantano, Gehena de este mundo, mascullando letanías para alcanzar la porciúncula anual: "que venga, que venga/que nada lo detenga/que corra, que corra/que nada lo socorra/que sus pasos pasos se alarguen/y las calles se acorten/y que caiga rendido/y postrado a mis pies". Rebelde a cualquier ternura, virgen astuta e insomne de erotismo genuino.
Tu alarido seco del suroeste hará temblar el Cementerio de los Elefantes, dilatando ad infinitum mis orejas de gnomo atento. Entonces sucumbiré, tiraré por la borda tantos siglos de terapia lacaniana, trotaré a tu encuentro, babeando, renovando en mis partes pudendas el goce prístino, y seré tuya por toda la eternidad.


Reflexiones con la madre María Angélica
Conviene decir, para ilustración de los ingenuos, que, en asuntos de sentimiento, cuanto mayor sea la parte de grandilocuencia, menor será la parte de verdad (José Saramago, La caverna)

martes, 7 de agosto de 2007

ANA D: la música de mi nombre

Esta mañana, un amigo me sorprendió regalándome este cd de un grupo español que lleva mi nombre (el verdadero): Acá les dejo un link para que curioseen un poco de qué se trata (incluso se puede escuchar un poquito de cada tema). A lo mejor les gusta tanto como a mí.

lunes, 6 de agosto de 2007

THE CLOAK, THE BOAT, AND THE SHOES

'What do you make so fair and bright?'

'I make the cloak of Sorrow:
O lovely to see in all men's sight
Shall be the cloak of Sorrow,
In all men's sight.'


'What do you build with sails for flight?'

'I build a boat for Sorrow:
O swift on the seas all day and night
Saileth the rover Sorrow,
All day and night.'


What do you weave with wool so white?'

'I weave the shoes of Sorrow:
Soundless shall be the footfall light
In all men's ears of Sorrow,
Sudden and light.'

EL MANTO, LA BARCA Y LAS SANDALIAS

¿Qué es lo que haces tan bello y brillante?

Hago el manto del Dolor:
Hermoso de ver a los ojos de todos
Será el manto del Dolor,
A los ojos de todos.

¿Qué construyes con velas para volar?

Construyo la barca del Dolor:
Veloz, día y noche, por los mares
Navega el Dolor errabundo,
Día y noche.

¿Qué tejes con lana tan blanca?

Tejo las sandalias del Dolor:
Nadie escuchará
El paso ligero del Dolor,
Súbito y ligero.
*
Prelude: Songs of The Gulls, Robert Fripp
*
CRÉDITOS
Poema: William Butler Yeats (Irlanda, 1865-1939)
Imagen: Vincent Van Gogh (holandés, 1853-1890)
Música: King Crimson (Islands, 1971)
FINALE MAESTOSO
El desenlace estaba escrito en lenguaje subliminal,
en los códices de sus propios presagios intempestivos,
en clave de elipsis.

A la hora prima,
antes que despuntara la aurora,
se llegó hasta el puerto
y quemó todas sus naves.
Fue un impulso escrupulosamente cavilado.
Nunca dudó.

Consumado el acto,
sin volver la vista atrás,
dirigió los pasos hacia el pórtico de entrada
de la ciudad infame.
No hubo estatuas de sal
ni ángeles peregrinos.

Sacudió el polvo de sus sandalias.
Respiró profundamente.
Delante de sí,
en beatitud estática,
se extendía el camino nuevo,
el mundo nuevo
hambriento de nuevos dioses y nuevos valores.

viernes, 3 de agosto de 2007

SALIVA CRUEL

Esta mañana me ahogué con mi propia saliva, mientras hablaba (obviamente), en mi oficina. Entré a la cocina apresurada, me serví agua en un vaso y lo tomé. Mientras me calmaba un poco, Marta, la ordenanza, me preguntó asombrada qué me pasaba.
"Es que me atraganté con saliva, de pelotuda arrebatada que soy".
"Jajaja, no te preocupes, eso quiere decir ¡alegría, alegría!", contestó golpeándome maternalmente la espalda.
Mi porfiada incredulidad respecto de las significaciones populares se me volvió en contra. Desde entonces, ando arrastrando una atroz melancolía por los rincones. Bola de reo impenitente, apostasía de los renegados al banquete de la felicidad cotidiana.
Me pregunto cuál será la canción que corresponda a este estilo tan imbécil de vivir...

VIERNES

Busqué
algún verso de Horacio que me reconciliara
con tantas horas de lluvia.
Opaco silencio
asolando.
Y residuos de
risas en canon,
perdiéndose,
equivocando el sendero
de regreso
al campamento.
Qué pasó,
qué pasa
que no siento.
Algo
-perverso, fantasma-
me volvió sorda
a tu paradero.
Errática.
Grotesca.
Penosa.
Reincidente.
Silabeo de flautas sáficas.
Añoranza de Eleusis.

jueves, 2 de agosto de 2007

Memento mori

En torno a la muerte, todo es oscuro, grave, abismal.
En torno a la muerte, todo es parálisis, estéril, desierto.
En torno a la muerte, todo es abominación, condena, maledicencia.
En torno a la muerte, todo es degradación, conclusivo, hermético.
En torno a la muerte, todo es inapelable, desamparo, sed.
En torno a la muerte, todo es pérdida, tedio irremediable, desapego.
En torno a la muerte, todo es sequía, herrumbre, consternación.

No hay proeza más encomiable que el intento de decir la vida. Discurso difícil entre los difíciles. La vida es absoluta respecto a lo que exige: ser vivida. Y el lenguaje, con sus artilugios aparentemente pueriles, resulta la táctica y la estrategia con que hacemos frente a tanto espanto que nos acosa.

miércoles, 1 de agosto de 2007

20

Es el número de imputaciones para el actual intendente de Santa Fe en la causa inundaciones de este año, según la comisión investigadora del concejo municipal creada ad hoc.
Texto del Informe Completo haciendo click en la letra grande y azul.
Que Sea Justicia.